Penique de Maine
Uno de nuestros preferidos. Es un penique normal, de los que usaban los vikingos en la época precolombina. Y ahí está la clave, ya que fue encontrado en América. ¿Cómo es posible? Sólo de una forma, que Cristobal Colón no fuera el primer occidental en el nuevo mundo. Información que, de confirmarse, haría reescribir todos los libros de historia, aunque son muchos los que aseguran que el navegante genovés no fue ni de lejos el primero en llegar a América.
OBJETOS MICROSCOPICOS DEL RIO NARADA.
En los años 1991-1993, exploradores de oro del pequeño río Narada, sobre el lado Este de las montañas Ural, han ido encontrado insólitos objetos espirales de metal. El tamaño de estas cosas se extiende de un máximo de 3 cm. a un mínimo de 0.003 mm. Hasta el momento, estos artefactos inexplicables han sido encontrados en varios sitios cerca de los ríos Narada, Kozhim, y Balbanyu, y también en los afluentes Vtvisty y Lapkhevozh, sobre todo en profundidades de entre 3 y 12 metros.
Los objetos de forma espiral están compuestos de varios metales: los más grandes son de cobre, mientras que los microscópicos son de tungsteno y de un metal raro denominado molibdeno. El tungsteno (descubierto en 1779 por Peter Woulfe a partir del mineral volframita) tiene un alto peso atómico y es también muy denso, con un punto de fusión de 3410º C. Actualmente el tungsteno es usado principalmente para el endurecimiento de aceros especiales, y de forma pura para los filamentos de bombillas. El molibdeno (descubierto en 1778 por Carl Wilhelm Scheele cuando hizo reaccionar el mineral molibdenita con ácido nítrico) también tiene una alta densidad, y un punto de fusión de 2650º C. Este metal también es usado para endurecer aceros y darles propiedades resistentes a la corrosión, también es usado principalmente para fabricar blindajes en los vehículos militares.
Estos objetos misteriosos están siendo investigados por la Academia Rusa de Ciencias en Syktyvka, Moscú, y también por un Instituto científico de Helsinki.
Todas las pruebas realizadas hasta el momento dan una edad para los objetos de entre 20.000 y 318.000 años.
A parte de ser conocido dos metales que se redescubrieron en el s. XVIII, los antecesores nuestros tendrían unos hornos capaz de alcanzar 3500º C para fundirlos y trabajar con ellos con tal precisión de hasta 0,003 mm.
LA PIEDRA PETRADOX
En 1998, John J. Williams, ingeniero eléctrico, descubrió lo que parecía ser “la clavija macho de un enchufe triple” eléctrico que esta incrustado en una roca.
El enchufe de tres puntas está en una especie de placa, según la bibliografia en material de las puntas es desconocido. Tiene un diámetro de 0,8 centímetros.
Williams se niega a dar la ubicación exacta de su descubrimiento, aparentemente por temor a que la gente “esquilme” la zona en busca de otros objetos que pudieran encontrar. Actitud que empieza a hacer dudar de la veracidad del descubrimiento, aunque la haya ofrecido a cualquier investigador para su análisis ( siempre y cuando este presente durante el mismo) y no se abra la roca.
Según Williams, la roca fue descubierta en una zona rural en América del Norte, en donde no hay casas humanas, industrias , aeropuertos, fábricas y centrales nucleares.
Se la ha denominado “Enigmalith” o “Petradox”, se ha tasado su precio en 500.000 dólares
Williams, ha consultado a un ingeniero y a un geólogo, de momento anónimos, para que examinase la muestra. Según los consultados, no hay rastro que haya sido pegada o soldada y que el objeto existía en el momento de la formación de la roca. Los análisis geológicos datan la piedra en alrededor de 100.000 años.
Se ha empleado un aparato de rayos X y se ha determinado que el mecanismo se extiende dentro de la roca.
Otros investigadores anónimos, bibliografícamente hablando, ha determinado que presenta una interacción magnética débil, y según medidas de Reactancia revelan que puede funcionar como circuito abierto, aumentando su temperatura, sirviendo como estufa, calentador, etc.., siempre y cuando estuviera conectado a una batería, o en el caso que las puntas macho de enchufe no fueran de metal podría servir como aislante.
ARTEFACTO DE COSO
El artefacto de Coso es una bujía encontrada dentro de un trozo de dura arcilla el 13 de Febrero de 1961 por Wallace Lane, Virginia Maxey y Mike Mikesell mientras buscaban geodas cerca del pueblo de Olancha, California. Mikesell lo encontró al romper en dos esta roca.
Virginia Maxey, especuló en diferentes momentos que este objeto tenía una antigüedad de 100 o 500.000 años como indicaron Stromberg y Heinrich (2000, 2004). Maxey no pudo proporcionar información sobre la técnica de datación usada o evidencia alguna para calcular su edad. La fecha de los 500.000 años solo está basada en la opinión de un “geólogo” anónimo nombrado por la gente que descubrió este objeto. Tampoco se conoce la identidad, credenciales ni la especialidad de la persona que nombró a este “geólogo”. Ni siquiera se conoce si existe realmente. Como resultado esta fecha no tiene ningún fundamento pues no se conoce como fue calculada. Esta bien documentado que el nódulo que envuelve la bujía pudo haberse formado en años o décadas como se ha demostrado en ejemplos de encapsulamientos de objetos de metal o acero similares.
El problema es la datación porque como ya saben los geólogos y los arqueólogos desde hace varias décadas el ritmo al que se forman diferentes tipos de hormigón y sedimentan en capas de roca varía tanto que el grado en el que se consolidan los sedimentos en rocas no puede usarse para determinar su edad, ni siquiera la de la tierra.
Una investigación llevada por Pierre Stromberg y Paul Heinrich con la ayuda de los Coleccionistas Americanos de Bujías sugiere que el objeto es una bujía de un 1920s Champion y que este fue usado en el área en trabajos de ayuda a la minería. En su informe, Stromberg y Heinrich (2000, 2004), indican que la bujía quedó envuelta en un hormigón compuesto de hierro derivado de la oxidación de la misma. Es común que objetos de metal y acero formen rápidamente sedimentos de oxido de hierro a su alrededor a medida que se oxidan en el suelo.
La localización actual del artefacto de Coso es desconocida.
La pregunta que hago es que: ¿Cuanto es de frecuente el encapsulamiento de objetos dentro de otros?, ¿el grado de similitud de una geoda y una bola de supuesto “hormigón” (cuya duración máxima es de unos 100 años aproximadamente y sin aluminosis) sobre todo al romperlas para ver el interior?
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