viernes, 14 de febrero de 2020

Descubiertas nuevas líneas de Nazca







Un equipo de investigadores combinó las herramientas del trabajo de campo arqueológico con la tecnología moderna para identificar figuras hasta ahora desconocidas.
La enorme figura tallada de un mono con la cola enroscada en espiral; imágenes geométricas inmensas de un cóndor y un colibrí; una araña gigantesca: las líneas de Nazca en Perú —de dos mil años de antigüedad— han asombrado y desconcertado a los observadores modernos desde que fueron vistas desde el aire, por primera vez, el siglo pasado.



Uno de los geoglifos fue descubierto como resultado de la colaboración entre el equipo de investigación de la universidad y Watson, el sistema de inteligencia artificial de IBM.

Cuando la universidad e IBM Japón analizaron la información recolectada con el programa Watson Machine Learning Community Edition, identificaron varios candidatos de figuras “biomorfas”. La universidad dijo que los investigadores eligieron una de esas imágenes y, después de realizar exploraciones en el terreno en 2019, descubrieron una figura humana de cinco metros que estaba de pie, cuya existencia se desconocía hasta ese momento.

Las líneas de Nazca abarcan un área de aproximadamente 450 kilómetros cuadrados y se cree que fueron grabadas en la tierra entre el año 500 a. C. y 500 d. C. Las formas se pueden ver mejor desde el aire y es imposible distinguir muchas de ellas al nivel del suelo.

La UNESCO ha declarado las líneas de Nazca un Patrimonio de la Humanidad que da testimonio de “la cultura, la tradición y las creencias religiosas y mágicas”, las habilidades artísticas y técnicas, y los sistemas de uso de la tierra de las sociedades precolombinas de Sudamérica.

Masato Sakai, profesor de antropología cultural y arqueología andina, quien dirigió el equipo de investigación, habló en un video acerca del descubrimiento y destacó la importancia de que estos trazos enigmáticos sean más visibles para garantizar su supervivencia.



“Lo más importante no es el descubrimiento en sí”, dijo Sakai, agregando que las líneas se “enfrentaban a una crisis de destrucción”.

“Deben someterse a un proceso de limpieza”, comentó. “Si se hacen visibles por completo, serán protegidas como un patrimonio cultural importante”.

En 2014, activistas de Greenpeace dejaron marcas en el sitio protegido después de entrar en la zona para montar un mensaje que fomenta el uso de energías renovables. Y, hace casi dos años, de acuerdo al ministro de Cultura de Perú en ese momento, una persona fue arrestada por dañar tres líneas de los geoglifos con un camión que se desvió deliberadamente de la carretera Panamericana, que atraviesa el sitio arqueológico. Todas las obras de Nazca fueron creadas eliminando la capa superior más oscura de la tierra para revelar la arena blanca que está por debajo.



Los descubrimientos recientes están clasificados en dos categorías que tienen tamaños y propósitos distintos.

De acuerdo con la universidad, el grupo figurativo, que representa imágenes animales y antropomórficas, incluye figuras que por lo general abarcan menos de 50 metros. El otro grupo, el de figuras más abstractas y geométricas, incluye imágenes mucho más grandes. La mayor de ellas mide más de 100 metros de longitud.

Parte de la fascinación con las líneas de Nazca proviene del misterio de su función.


En Chariots of the Gods?, un éxito de ventas de 1968, el autor suizo Erich von Däniken sugirió que las figuras quizá sirvieron como marcas de aterrizaje para extraterrestres.

Pero los arqueólogos creen que algunos de los grabados tenían una función en rituales astronómicos. El equipo de la Universidad de Yamagata aseguró que las figuras geométricas representaban lugares donde la gente celebraba ceremonias en las que se rompían piezas de cerámica. Por otra parte, se cree que las imágenes figurativas, más pequeñas, que se descubrieron en zonas cercanas a caminos o pendientes, eran marcas de viaje, “diseñadas para ser vistas”.
Los investigadores planean usar otro sistema de IBM, llamado PAIRS, para organizar la información recolectada durante los últimos diez años y realizar más trabajo en el terreno para hacer un mapa de los geoglifos.


Asimismo, esperan resolver los misterios que siguen existiendo en torno a las antiguas e inmensas figuras y formas.

“A partir de un entendimiento más profundo y detallado sobre el lugar en el que se encuentran las figuras y el momento en el que fueron utilizadas”, afirmó la universidad, “los investigadores buscan obtener un panorama más claro de las personas que hicieron y usaron estos geoglifos”.

Makiko Inoue y Motoko Rich colaboraron en este reportaje desde Tokio.




uente: New York Times

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