martes, 13 de octubre de 2015

El enigma de los aterradores niños con los ojos negros


Unos niños se acercan en silencio pero con fuerza a tu casa. Insisten en que desean llamar por teléfono o simplemente para beber agua. Por alguna razón, los niños “desprenden” una energía demoníaca, y cuando les miras directamente a la cara observas con terror que sus ojos son de color negro. No tienen iris, no tienen ninguna parte blanca, sólo un vacío, sin alma.”


Durante años, una gran cantidad de extrañas historias sobre niños de ojos negros han estado presentes en Internet a través de foros y redes sociales. No se sabe muy bien si se trata de simples leyendas urbanas o sucesos reales, si se trata de experiencias con híbridos extraterrestres, niños poseídos por demonios o un fenómeno criptozoológico. Independientemente de su origen, una cosa es segura, muchas personas afirma haber sido víctimas de lo inexplicable, encuentros con los niños de ojos negros o “Black Eyed Kids”.

Encuentros aterradores

Las historias sobre niños de ojos negros o Black Eyed Kids comenzaron a aparecer en 1988, a partir del relato de un periodista llamado Brian Bethel, quien dijo haber tenido un encuentro con dos extraños niños que trataron de disuadirlo para que les diera un paseo en su coche. En su historia Brethel dijo que inexplicablemente casi abre la puerta de su vehículo dejando entrar a los niños cuando se dio cuenta de que sus ojos estaban completamente negros, sin iris o sin pupila.

Como él detalló, tan pronto como los niños se dieron cuenta de que él observó algo extraño en ellos, rápidamente se alejaron mostrando una cierta agresividad. Con el paso del tiempo Brethel analizó lo ocurrido, y él estaba convencido de que los niños habían usado algún método de control mental para inducirlo a abrir la puerta. Pero este no fue el único caso documentado sobre este tipo de misteriosos encuentros, ha habido otros informes de experiencias similares en otras partes del mundo. Los casos son similares al de Bethel, generalmente implican la petición de los niños para dejarlos entrar en su coche o casa, con frecuencia usando la típica excusa como “tengo que llamar a mi madre”, o algo que implique alguna necesidad del niño.

Testigos de lo imposible

Los más escépticos dicen que son sólo son niños con lentes de contacto de color oscuro con la intención de asustar, pero las personas que se han encontrado cara a cara con ellos afirman haber percibido un aire de maldad, de malevolencia. Los testigos aseguran que se puede percibir una sensación de profunda oscuridad demoníaca… no humano.

Entre los informes de aquellos que se encontraron cara a cara con lo imposible cabe destacar que se han sentido amenazados, con pánico e incluso desorientados. Algunos creen que esto podría ser el resultado de sus ojos negros, tal vez algún tipo de sugestión hipnótica utilizado como un intento de convencer a la persona para dejarles acceder al interior de su casa o vehículo. Su persistencia da realmente miedo.

Llegados a este punto debemos recordar que la idea de una presencia maligna que necesita algún tipo de invitación antes de entrar en una casa (o incluso de un ser humano) es una creencia que está presente en muchas religiones de todo el mundo. Y elegir la forma de un niño demostraría que se trata de un ser inteligente. Pero, ¿qué son este tipo de manifestaciones físicas? ¿Vampiros, híbridos de origen extraterrestre, almas perdidas, demonios encubiertos?

¿Qué son realmente?

Cabe destacar que debido a la falta de evidencias físicas, pocos investigadores paranormales han afirmado creer esta historia por completo. Sin embargo, hay muchos que piensan que la leyenda de los niños de ojos negros tiene ciertas similitudes inquietantes con una variedad de clasificaciones paranormales tradicionales.

Vampiros: Según detallan los expertos, los vampiros tienen tradicionalmente los ojos negros, por la falta del alma. Curiosamente, los vampiros también necesitan tu permiso para poder acceder, una característica muy consistente de los niños de ojos negros.

Demonios: Todas las personas que han informado sobre este tipo de experiencias han afirmado sentir realmente terror ante su presencia, un terror irracional que solamente puede ser explicado por la presencia demoníaca.

Espíritus: Algunos expertos sostienen que el fenómeno pueda tratarse debido a los fantasmas de los niños fallecidos, espíritus que han perdido su camino. Ellos no saben que están muertos y piden por lo tanto ayuda, pero ya no son humanos y por lo tanto tienen una extraña apariencia y comportamiento.

Sectas o experimentos gubernamentales: También cabe la posibilidad de que pudiera tratarse de la manipulación psíquica de los niños por parte de sectas, que en cierto modo, es tan aterrador como la explicación de la posesión demoníaca, y muchas otras posibilidades sobrenaturales. La realidad es que hay cientos de miles de niños en todo el mundo que son fácilmente manipulables. Esta teoría también encaja perfectamente a experimentos de control mental realizados por los gobiernos y que en la actualidad ya sabemos que se han llegado a utilizar y se continúan utilizando en contra de la voluntad de la persona.

Engaño: La explicación del engaño es lo más probable que todos aquellos que son completamente escépticos o de mente cerrada. Sin embargo, si se trata de un engaño o de una broma perpetuado por  adolescentes aburridos, parece extraño que en todas partes del mundo compartan una experiencia similar y que nadie haya sido capaz de llegar a explicarlo.

Pero dejando de lado todo tipo de teorías, la realidad es que estas entidades son algo más, algo mucho más oscuro. Muchas personas están seguras de que se alimentan de nosotros, de que no hay que dejarles entrar y tampoco tratar de hacer amistad con ellos, “son monstruos que se parecen a la gente”.



 Los Niños de Ojos Negros (del término inglés: Black-Eyed Children o Black-Eyed Kids) son descritos como personas jóvenes, casi siempre niños; con ojos de un color negro absoluto y sin diferenciación entre la esclera, la pupila o el iris. 

¿ Quienes son los niños de Ojos Negros ? 

Los diversos reportes de encuentros con estos seres alrededor del mundo coinciden en una sola cosa: que los niños son rodeados por un aura casi sobrenatural y siempre peligrosa. 


A veces los reportes hablan de un encuentro con uno o dos, siempre descritos como niños confiados y elocuentes que intentan persuadir a la víctima para que los deje entrar a su hogar para usar el teléfono, para descansar o un sinfín de excusas más; incluso hay historias en las cuales 'piden' ser acompañados o que se les de un aventón a casa. La víctima entonces comienza a estar de acuerdo con sus peticiones, aún si aparecen algo perturbadoras; o al menos hasta que notan que los ojos de los niños son completamente negros. 

Y si es que el niño se da cuenta de que la víctima lo ha notado, comienzan a actuar de forma enojada e insistente; al grado que algunos testigos creen que los niños pueden estar usando alguna especie de control mental de bajo nivel para obligarlos a acceder, o que de alguna forma tienen habilidades hipnóticas. 


No existe una descripción o un consenso de qué puedan ser, o que explique el porqué el color de los ojos; y las múltiples teorías van desde fantasmas, demonios, vampiros e incluso alienígenas que buscan aparecer 'comunes' ante sus víctimas (similar a la descripción de Slender Man y su apariencia básica); pero todos los testigos están de acuerdo en que los niños de alguna forma buscan acceder a una casa o vehículo, y que son incapaces de entrar por su cuenta (compárese con algunas leyendas de vampiros). 

Comienza la historia:

La primera historia data del 16 de enero de 1998, publicada por el periodista Brian Bethel en una página web que trataba sobre encuentros paranormales. 


La historia es la siguiente: 

"No sabría como llamar a esta historia si la estuviese enviando para ser publicada en Fate o algo por el estilo. De todos modos, el título 'Brian vs. los Niños Malvados, de Ojos Negros, posiblemente Vampíricos o Demoníacos pero de Ninguna Maldita Forma Niños Normales' no suena demasiado bien. 

Pero al menos es un título correcto, y como muchas cosas inició de forma inocente... 

Mi Proveedor de Servicio de Internet solía tener sus oficinas en un centro comercial antes de mudarse a sus (comparativamente) mejores instalaciones en no sé donde. Había un buzón en el edificio y debía el pago de la mensualidad, así que por obra y Gracia del Internet, decidí ir. 
Eran aproximadamente las 9:30 cuando fui. De mi departamento relativamente apartado al centro de la ciudad hay unos 10 o 15 minutos de camino (Abilene tiene una población de unos 110,000). 

Al lado de la antigua sede de Camalott Communications se encuentra un cine. En ese momento, el lugar proyectaba esa obra maestra del cine moderno, Mortal Kombat. Conducía frente al cine para estacionarme y aproveché el brillo de la marquesina para escribir mi cheque, y me asustó un toquido en la ventana del copiloto 

Volteé y vi a dos niños mirándome desde la calle. Necesito describirlos, pero omitiré si rasgo definitivo (que ya imaginarán cual era) y que no noté hasta que ya llevaba rato conversando con ellos. Ambos parecían estar en esa época casi mística de los niños en los que no sabes decir a ciencia cierta su edad. Ambos eran chicos y por mi impresión inicial, debían tener entre 10 y 14 años. 

Niño no.1 era el que hablaba. Niño no.2 jamás dijo nada durante la conversación (al menos no con palabras). 

No.1 era algo más alto que su amigo, usando una sudadera con capucha con una especie de patrón a cuadros, y jeans. No le ví los zapatos. Su piel era morena y tenía cabello rizado. Tenía un aire de confianza silenciosa. 

No.2 tenía la piel pálida con pecas. Su característica principal es que parecía nervioso. Se vestía de forma similar a su acompañante, pero su sudadera era de un verde pálido. Su cabello era de un naranja brillante. No parecían familiares, al menos no de forma directa. 

"Oh, genial", pensé. "Me van a asaltar", y de pronto todo cambió. 

Educación 

He explicado esto antes, pero en beneficio de cualquier nuevo lurker; diré que justo antes de experimentar algo extraño, hay un cambio en la percepción, y que describiré de forma similar a como escribí allá arriba. Es esa sensación de que sabes que ya es demasiado tarde. 

Así que, ahí estaba yo, llenando un cheque en mi auto (que aún estaba prendido) y de pronto siento pánico por la apariencia de dos niños pequeños. Me confundí, pero definitivamente me sentí víctima de una sensación sobrecogedora de miedo. 
El hablante sonrió y por alguna razón inexplicable, eso me heló la sangre. No pude sentir la respuesta de corre-o-pelea, y de alguna forma sabía instintivamente que algo no estaba bien; pero no sabía bien qué era. 
Bajé el cristal un poco y pregunté "¿Sí"? 

El hablante sonrió de nuevo, de forma más ancha esta vez. Sus dientes eran muy, muy blancos. 
"Hey, ¿qué pasa, señor? Tenemos un problema.", dijo. Su voz era la de un joven, pero su dicción, calma y... algo que no sabría decir qué... me hizo sentir ganas de salir corriendo de ahí. "Verá, mi amigo y yo queríamos ver la película pero olvidamos nuestro dinero", continuó. "Necesitamos ir a nuestra casa para ir por él. ¿Nos ayudaría?" 

De acuerdo A los periodistas se nos pide hablar con mucha gente, y eso incluye niños. He hablado con muchos de ellos. Así pasa siempre: 

"Uh. S... S... S... Señor, ¿puedo ver esa cámara? No la romperé. Lo prometo. Mi papá tiene una cámara y me deja agarrarla a veces, y tomarle fotos a mi perro. No fue una buena foto porque mi dedo salió en medio y--" 

Añade pies moviéndose y movimiento corporal y tienes un niño típico hablando con un extraño. 
Para abreviar, son por lo regular tímidos. La gente por lo regular les enseña que cuando deben hablar con adultos, por lo regular deben estar molestándolos y por alguna razón u otra necesitan ser corteses. 

Este chico de ninguna forma era del mismo molde. Su comando del lenguaje era increíble, y no mostraba señas de temor. Me hablaba como si mi ayuda fuese una conclusión predeterminada. Cuando sonrío, era como si dijera "Sé algo... y no te ba a gustar. Pero la única forma de que sepas qué es, es si haces lo que te digo..." 

"...Uh, bueno..." Fue lo mejor que pude decir. 
Ahora, aquí es donde se pone raro. 


Su compañero silencioso lo miró con una mezcla de confusión y culpa en el rostro. Parecía algo sorprendido no por la forma de hablar de su amigo, si no porque no abrí la puerta de inmediato 


Me miró nervioso. 

El hablante me miró algo perturbado, como si supiera que estaba buscándoles algo raro. 

"Vamos, señor..." El hablante dijo de nuevo, suave como la seda. Un vendedor de autos podría aprender algo de este chico. "Queremos ir a casa, y solo somos dos niños pequeños." 

Eso me aterrorizó. Algo en el tono y la dicción mandó una serie de alarmas a mi cerebro. Mi mente intentaba procesar frenéticamente que percibía que algo estaba mal con estos dos. 

"Eh... Uhm..." No podía decir otra cosa. Me sentí clavando las uñas en el volante. 

"¿Qué película quieren ver?" Pregunté finalmente. 

"Mortal Kombat, por supuesto." Dijo el hablante. El silencioso asintió y retrocedió tras au amigo. 

"Oh", dije. Observé rápidamente la marquesina y el reloj en mi auto. Mortal Kombat había empezado una hora atrás y era la última función de la noche. 

El silencioso me miró, más y más nervioso. Creo que vio mis miradas y sospechó que estaba detectando que algo iba mal. 

"Vamos, señor... déjenos entrar. No podemos entrar hasta que nos deje, ya sabe." Dijo suavemente el hablante. "Solo déjenos entrar y nos iremos antes de que lo sepa. Iremos a la casa de nuestra madre." 

Entablamos contacto visual. 


Para mi horror, me di cuenta de que mi mano estaba en la manija de la puerta y estaba en el proceso de abrirla. La retiré de inmediato y de forma algo violenta. Pero eso me obligó a no mirar a los niños. 


Los miré de nuevo. "Er... Um..." dije débilmente y entonces mi mente volvió en sí, en un enfoque agudo. 


Por primera vez vi sus ojos. 

Eran negros como el carbón. Sin pupila. Sin iris. Solo dos orbes negros que reflejaban la luz roja y blanca de la marquesina. 

Entonces mi expresión me delató. El silencioso tenía una expresión de horror que parecía indicar dos cosas: A) Ocurrió lo imposible, y B) "¡Ya se dio cuenta!" 

El hablante, por otro lado, estaba furioso. Sus ojos brillaron intensamente en la media luz. 


"Vamos, señor", dijo. "No lo lastimaremos. Tiene qué DEJARNOS ENTRAR. No tenemos armas..." 

Esto me asustó a más no poder, porque con ese tono prácticamente estaba diciéndome "No NECESITAMOS un arma."

Entonces se dio cuenta de que estaba moviendo mi mano hacia la palanca de velocidad. Las palabras finales del hablante contenía una furia que era absoluta, y aún así parecía también sentir pánico. 

"¡NO PODEMOS ENTRAR SI NO NOS... DA... PERMISO!" 

Entonces arranqué en reversa (gracias a dios no había nadie detrás) y salí del estacionamiento. Vi a los chicos en mi visión periférica y entonces volteé súbitamente para verlos bien. 

Se habían ido. La banqueta frente al cine estaba desierta." 




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