miércoles, 7 de octubre de 2015

El Nuevo Orden Mundial



El estado de opinión que, en líneas generales, postula la existencia de un plan misterioso para dominar el mundo se denomina “Teoría de la Conspiración”. No es una teoría científica sino una etiqueta cultural tan válida como la expresión "mayoría silenciosa" o "sociedad de consumo". Pero que no posea estatus científico no significa que sus partidarios sean meros promotores de fantasías. Con todo, la Teoría de la Conspiración (TC) suele ser una suerte de rompecabezas con el que se trata de descubrir una lógica subyacente al comportamiento de determinados grupos enigmáticos que evidentemente existen. La ausencia de elementos comprobables, sin embargo, no es un defecto sino su naturaleza.

John F. Kennedy
Todo comienza a finales de los años ’40. El asesinato de John F. Kennedy, en noviembre de 1963 fue la primera gran cantera de la Teoría de la Conspiración. No sólo por tratarse del magnicidio impune más espectacular del siglo sino, precisamente, porque las principales pruebas para hallar a sus responsables fueron borradas por los propios encargados de la investigación.

Los partidarios de la TC buscan (y muchas veces encuentran) enemigos en grupos de poder intrigantes y oscuros como la CIA, el FBI, el Pentágono, el Nuevo Orden Mundial, la Comisión Trilateral, los Illuminati, la Masonería, el Diablo, y muchas otras entidades (reales o ficticias) acusadas de ocultar secretos, controlar ciudadanos, eliminar líderes o exterminar minorías en nombre de intereses inconfesables. Y no son pocos quienes lo creen: En los ’90, una encuesta realizada por la consultora Luntz Research reveló que un 74 % de los estadounidenses piensa que la Casa Blanca está envuelta en operaciones encubiertas, que el gobierno ha hecho un pacto con los extraterrestres y que en el país hay una dictadura solapada.

Quizá los latinoamericanos estemos más habituados a oír hablar de corrupción que de conspiración, y es posible que estos conceptos puedan resultar bastante chocantes. Sin embargo, a pesar de la disparidad, y más allá de las particularidades, todas las posturas, sin excepción, denuncian un plan para conquistar el mundo (el Nuevo Orden Mundial, o Globalización) que ya está en marcha y bien avanzado.
Es llamativo el tema de los culpables de las supuestas "conspiraciones". Para los nacionalistas a ultranza, como las llamadas milicias norteamericanas, todo está orquestado por el Comunismo; para los Cristianos, todo está orquestado por Satanás; para el resto todo está orquestado por los Extraterrestres, y en todos los casos con la complicidad del gobierno.

                     Y esto va desde lo grande hasta lo pequeño. Un caso grande: la red de espionaje Echelon, que fue noticia en los medios a principios del 2000, y a la cual se venía denunciando en Internet desde hacía varios años. Un caso pequeño: un artículo hace notar que el aspecto de la policía (uniformes, armamento) se parece cada día más al del ejército. Según el articulista, se trata de una maniobra sutil para acostumbrar a la gente a los uniformes militares para cuando las tropas de la ONU (brazo armado del Nuevo Orden Mundial según él) tomen el control a escala global. Porque: mundo global = gobierno global = policía global.
 
 Si queremos descubrir, aunque más no sea, una parte de la "verdad", entonces debemos informarnos, investigar, cuestionar y leer "entre líneas" toda la información que llega a través de los medios de comunicación... Y sobre todo, lo importante es buscar las coincidencias entre esas informaciones.
 
 Ahora, más que nunca, tenemos el deber de investigar y difundir masivamente toda la información, ya que quizás, en un futuro no muy lejano, no gozaremos de la libertad de expresión que en la actualidad poseemos...
 
 La historia de la humanidad manipulada
 
 A lo largo de la historia de la humanidad se han desarrollado infinidad de hechos curiosos, extraños, o "misteriosos", los cuales para la llamada "Ciencia Oficial" no tienen mayor interés, puesto que, en teoría, están totalmente explicados desde el punto de vista del método científico. Para ella está todo visto y "clasificado". Según este ortodoxo punto de vista, la historia que se enseña en las escuelas parece tener respuestas a los cientos de enigmas y misterios sin resolver que salpican invariablemente la historia de nuestra civilización.
 
 Habría que tener en cuenta, que al igual que sus antecesores, nuestros pueblos actuales, en la mayoría de los casos, han seguido la tradición de transformar la historia a su interés, no dudando en retocar y destruir lo que haga falta y crear una historia a la medida de sus necesidades, y sobre todo atar todos los cabos sueltos posibles para que haya una coherencia en su exposición y la gente no pregunte ni sospeche, por lo menos la mayoría.
 
 Ya que si existe una minoría que está en desacuerdo, ello no tiene importancia, pues con sus títulos, sus prepotencias, y las leyes que los amparan, de un plumazo, como quien dice, se los quitan de en medio sin ningún escrúpulo. ¡Quien dude de la ciencia oficial establecida está sentenciado de antemano...! En la mayoría de los casos, a ser tratado de irresponsable, irreverente, absurdo, incoherente, fantasioso, pseudo-científico, etc. Y hasta en algunos casos corre peligro, el "osado" que ponga en duda los dogmas impuestos, de perder su trabajo y ¡cómo no!, a ser tildado de loco.
 
 Una de las maneras de desestabilizar los argumentos de las personas que están en la búsqueda de nuevas respuestas desde nuevos puntos de vista, es la exposición de artículos con expresiones y conceptos profesionales que sólo entiende una elite, y que prácticamente complica el entendimiento entre toda clase de personas.
 
 Por ejemplo, sobre nuestro pasado más remoto conocemos casi nada. La ciencia establecida no le da la importancia que se merece, ya que constantemente se encuentra con innumerables enigmas, los cuales no saben como hacerlos coincidir con sus dogmas. Las magníficas construcciones megalíticas son su "talón de Aquiles". No saben, ni sabrán jamás, bajo sus cerrados planteamientos racionales y positivistas, en que orden cronológico colocarlas y que explicación razonable darle.
 
 Prueba de ello es que en la mayoría de los libros de historia apenas se trata el tema con amplitud, unas pocas páginas exponen grosso modo toda una época desconocida y a la vez espectacular, llena de impresionantes construcciones de grandes bloques, en la mayoría de los casos de muchas toneladas...
 
 Sistemáticamente se hace un planteamiento rápido adjudicándoselo a hombres prehistóricos, y ni siquiera tienen la humildad o el "espíritu crítico" para plantearse dudas al respecto...
 
 Y de esta manera, la gran falacia sigue su curso, los historiadores ortodoxos se empeñan en demostrar que el hombre antiguo, además de fanático, era un necio... Se la pasó siglos y siglos erigiendo templos con piedras gigantescas. Y en vez de construirlos cerca de las canteras, se obstinó en levantarlos a cientos de kilómetros del lugar de donde las extrajo, como si estuvieran poseídos por alguna especie de "manía" edificatoria... Y encima se pretende dar explicaciones "simplistas" y abundan contradicciones entre los historiadores ortodoxos, que en muchos casos han llegado a conclusiones cómicas, absurdas y hasta ridículas.
 
 Ese es el papel que normalmente ha tenido en la historia la ciencia académica, el uniformar por debajo los conocimientos existentes en el momento de que se trate, a la vez que procede a rechazar todos los adelantos de investigación que realizan los investigadores libres, adelantados a su época. Qué más se puede decir a esta altura de la abstracta comunidad científica, representada por "prestigiosas" revistas de divulgación y laureadas cabezas que impresionan al grueso del público con sus "vastos" conocimientos y severos rostros. Estas personas deberían darse cuenta de que la ciencia auténtica no deja de lado los hechos porque no sepa cómo catalogarlos. Los auténticos científicos son tenaces, objetivos y persiguen la verdad, sin importarles que con ello pongan en riesgo su prestigio académico.
 
 Y a esta especie de manía persecutoria se suman los medios de comunicación, que más que informar, en muchos casos desinforman. Además de bailar al son de sus accionistas e incluir entre sus redactores a personas de estrecha capacidad mental, se venden al convencionalismo, siguen mansamente y sin rubor la corriente "intelectual" que margina lo que no entiende y, en definitiva, contribuyen de buen grado a que la masa se forme en lo que está bien visto que opine.
 
 En palabras más simples, en lo que concierne a lo insólito, a lo científicamente desestabilizador, los medios de comunicación manipulan a la opinión pública de una manera alevosa.
 
 Nunca es bueno generalizar, porque no hay dudas que existen personas que también se han abierto a otras alternativas dentro del ámbito académico. Pero son los menos, y el camino les es más difícil por las barreras dogmáticas que le impone el pensamiento científico ortodoxo occidental, omnipotente a más no poder.
 
 Y es de esta manera como se limita el derecho de las personas a pensar y razonar por sí mismas. Lo importante es que cada uno saque sus propias conclusiones, y no dejarse llevar por dogmas ni mitificaciones, ya sean éstas científicas o paracientíficas. Porque está muy claro que aprovechadores, ladrones y mitificadores existen a montones.
 
 El pasado no tiene por qué seguir las mismas reglas que las actuales, nuestros antepasados posiblemente pensaron y actuaron de manera distinta. Sus necesidades y sus intereses pueden haber sido muy diferentes a los actuales. Por eso al observar restos arqueológicos de aquellas remotas épocas hay que tener la mente abierta a nuevas posibilidades, a nuevas hipótesis.
 
 Por ejemplo, para muchos investigadores, la mitología es una valiosísima herramienta en la investigación. Y es muy interesante darle otro tipo de interpretación a la mitología de esos pueblos, que seguramente nos va a informar mucho más que un pedazo de cerámica o una punta de lanza…
 
 Por eso siempre hay que buscar, aunque sea por caminos diferentes a los establecidos, y sobre todo aprender a romper esquemas y a tener una mente abierta a toda clase de posibilidades.
 
 Y deberíamos poner más atención a nuestros verdaderos instintos, que probablemente nos aclaren mucho más que siguiendo otra clase de procedimientos, como adherir ciegamente a doctrinas de pensamiento que lo único que hacen es obnubilar la mente.
 
 Desde tiempos muy antiguos, la historia de la humanidad ha sido manipulada por los vencedores de cada contienda que ha habido en cada lugar de nuestro mundo en las distintas épocas. Sistemáticamente y sin ningún tipo de escrúpulos, han hecho desaparecer innumerables objetos y documentos de gran valor. Mandaron a transformar hechos importantes de los "vencidos", adjudicándoselos los nuevos vencedores, como si fueran suyas la mayoría de las hazañas, las construcciones, las costumbres, las tradiciones, etc.
 
 Cuando se encontraron filosofías, técnicas complejas diversas, construcciones enigmáticas, etc., que no gustaron a los nuevos vencedores, éstos no dudaron en hacerlas desaparecer. Todo ello una y otra vez a través de los siglos, creando en los tiempos actuales una enorme confusión a la hora de tener una idea clara y concisa de lo que realmente sucedió en aquellas épocas.
 
 Y es por ello que desde hace siglos el hombre vaga sin rumbo fijo, cambiando como las veletas según viene el viento. Filosofías, intereses, amenazas, guerras, imposiciones, ambiciones, religiones y un largo etcétera de motivaciones han hecho que los hombres no puedan recuperar su verdadera identidad. No tenemos identidad propia salvo la que nos han impuesto quienes nos dominan, que normalmente están tan perdidos como nosotros (sobre todo los políticos).
 
 Y la libertad de pensamiento es el mejor medio para encontrar cada uno su propia verdad y quizás su propia identidad.
 
 ¿Quién mueve los hilos del mundo? 
 
 Las sociedades contemporáneas suelen dar demasiada importancia a las decisiones de sus gobiernos y a los comunicados oficiales, que explican las crisis periódicas que el sistema económico nacional o internacional padece.
 
 Muchos creen que las naciones son soberanas y que el pueblo decide eligiendo a sus mandatarios a través de las urnas. Sin, embargo, es cada vez más fuerte la intuición de que, en realidad, todo está siendo manipulado por "algo" que se oculta detrás de la historia y la política oficial que pretenden hacernos creer. Claro que esa intuición, o tal vez sospecha, puede ser provocada por nuestros miedos ancestrales o por nuestras incertidumbres sobre el imprevisible mundo en que vivimos.
 
 
Martin Luther King
Los crímenes de grandes personalidades de la humanidad, tales como Gandhi, Martin Luther King, John y Robert Kennedy, Indira Gandhi, Olaf Palme, Anwar El Sadat, Juan Pablo I, Yitzhak Rabin o el asesinato del jefe de la Guardia Vaticana y su esposa, todos ellos evidencian una relación entre mafias y servicios secretos.
 
 También la complicidad de las altas finanzas, las multinacionales, y el narcotráfico.
 
 ¿Por qué desean tanto fomentar el alcoholismo, tabaquismo, la computación, etc...?
 
 ¿Somos víctimas de auténticas conspiraciones que atentan impunemente contra nuestra salud...?
 
 Detrás de lo visible
 
 ¿Por qué tantas sociedades secretas conspiraron para acabar con las monarquías, allanar el camino a los movimientos revolucionarios, reorientar el mundo, modificar sus pautas económicas o dirigir la política de los gobiernos...? ¿Solamente por adquirir poder, un inmenso poder, o por algo mas...?
 
 El entramado de las sociedades secretas es semejante a una gran pirámide, cuya base es constituida por multitud de sectas independientes. Sin embargo, a medida que ascendemos en dirección a la cúspide, esos grupos sectarios se aproximan cada vez más entre sí, con conexiones difícilmente imaginables. Todo parece indicar que no son más que un puñado de hombres los que han conseguido acumular el suficiente poder para gobernar los destinos del mundo. Siempre se ha acusado a la historia oficial de silenciar demasiadas cosas. Frente a ella, la historia de las sociedades secretas permite conocer en ocasiones, la verdadera raíz de los acontecimientos.
 
 El mundo de las sociedades secretas es un mundo real y, como todo lo real, es a veces, difícil de delimitar. Definir un triángulo es fácil, no lo es tanto definir una descarga eléctrica. Un ejemplo concreto: ¿es una sociedad secreta el Opus Dei...? Por supuesto, los miembros de esa sociedad dirán que no, pero ello no prueba nada, ni en un sentido, ni en otro. Pero lo que es evidente, tanto para el Opus Dei como para el Ku-Klux-Klan, o la Yakuza japonesa, es que los objetivos inicialmente espirituales, raciales o patrióticos de tales sociedades pueden derivar en actuaciones que se escapan del control de sus dirigentes.
 
 ¿Cuál es el secreto? 
 
 El mundo de la sociedades secretas, por lo que se va poniendo al descubierto, es semejante a una gran pirámide. En su base se encuentran multitud de sectas integradas por personas en su mayoría honorables, aunque ávidas de conocimientos arcanos, sedientas de sensaciones nuevas y buscando a veces la emoción de "secretos" compartidos para llenar su vacío espiritual. Cada secta, cada sociedad secreta, es un mundo aparte. Pero a medida que se asciende por los lados de la pirámide, en dirección a la cúspide, sectas y sociedades se van aproximando entre sí hasta llegar a un punto en que probablemente coinciden. Por ejemplo los crímenes de la alta política, que evidencian concomitancias entre mafia y servicios secretos, las manipulaciones de las altas finanzas, las extrañas complicidades de las que parece gozar el narcotráfico, el inmenso fraude oficialmente tolerado de los paraísos fiscales, etc. Mientras tanto, el ciudadano común de la calle se debate contra las huelgas, los impuestos, el estrés, la caída de una entena, el vuelco de un ómnibus, el control de alcoholemia, y tantas otras cuestiones no menos importantes.
 
 El gobierno invisible
 
 Prestigiosos jefes de estado de las naciones más influyentes del planeta han reconocido en uno u otro momento de sus trayectorias políticas la existencia de un poder indefinido por encima del suyo. Tal vez tienen razón algunos investigadores, y sea real la existencia de un gobierno invisible del mundo que decide a espaldas de los deseos del electorado, y estaría formado (al menos, en su parte externa) por conocidos banqueros y economistas. ¿Cuál es entonces el auténtico rostro de los gobernantes del planeta...?
 
 Es duro imaginar un "gobierno invisible" que dirige al mundo por encima de los estados nacionales, pero ya el gran estadista ingles Benjamín Disraeli dijo claramente: "El mundo está gobernado por personajes muy diferentes a los que creen los que no ven mas allá de sus ojos". Lo aseguró también Lenin al quejarse a sus colaboradores "Detrás de la Revolución de Octubre -aseguró entonces- hay personajes mucho más influyentes que los pensadores y ejecutores del marxismo".
 
 Se trata de afirmaciones difíciles de creer, pero que en alguna medida apoyan la idea de que los acontecimientos históricos que hoy vivimos fueron programados hace más de 200 años por una elite de personajes anónimos, cuyos sucesores siguen actuando en las sombras.
 
 Con el propósito de conseguir el objetivo y controlar el mundo nacieron, en el siglo XX, organismos como la Comisión Trilateral y el Council of Foreign Relations (Consejo para Relaciones Exteriores).
 
 Lo que es menos conocido es que la Trilateral responde por igual al poder del ocultismo, de la brujería y del supuesto mal.
 
 Si hablamos del poder efectivo, debemos mencionar a los Rockefeller y (más importantes aún) a los Rothschild. En sucesión ascendente siguen los Bilderberger, un club formado por los 500 hombres y organizaciones más ricas e influyentes del mundo, y que se propone la instauración de un Nuevo Orden Mundial. Como organización de primera línea nos encontramos por ejemplo al Vaticano. Más arriba está el 'Consejo de los 33', los 33 más altos masones iniciados del mundo. Por encima de ellos, el 'Gran Consejo de los 13', 13 Grandes Druidas, por encima de los cuales aún, actúa 'El Tribunal' y, finalmente, el inmencionable nombre de grado 72 de los cabalistas, que (dicho sea de paso) también significa 'Iluminado'. Para los Iluminados, Lucifer es Dios, y Jesús es el imitador. De la misma forma que para los cristianos Satanás es el imitador de Jesús.
 
 El 1 de agosto de 1972, después del aquelarre, Philip von Rothschild anunció ante el 'Consejo de los 13' en el Casino Building de San Antonio (Texas), la planificación de la historia a partir de 1980. Las indicaciones fueron muy concretas. "Cuando veáis apagarse las luces de New York, sabréis que nuestro objetivo se ha conseguido".
 
 Conspiración económica
 
 El movimiento de la política mundial, las grandes y pequeñas convulsiones en la economía, los virajes de timón en los ámbitos más amplios de nuestra civilización, todo parece tener siempre una explicación oficial. Sin embargo, en el trasfondo, subyace por lo general algún que otro signo obediente a las abstractas y poderosas "altas finanzas", aquellas que en realidad dominan al mundo.
 
 Todos los países del mundo se encuentran inmersos en deuda. Todos deben dinero. El coloso norteamericano debe dinero, Japón está en déficit. Lo mismo le ocurre a Alemania, por no hablar de Inglaterra y Francia. Hasta el "estado modelo" suizo está con números rojos. El Vaticano también. El "debe" y "haber" deben saldarse, o dicho de otro modo, la existencia de un deudor presupone la de un acreedor. Y no obstante, la deuda mundial existe... ¿Quién es el misterioso acreedor del planeta?
 
 Los acreedores del mundo son los bancos o, para ser exactos, el sistema bancario. Es sorprendente que el dinero, que es el leitmotiv de las vidas de miles de millones de hombres, y la preocupación máxima de las personas que suelen ser llamadas prácticas, sea una abstracción. Y lo es porque físicamente hablando, no existe. Las piezas de metal y papel generalmente ornadas con filigrana, no son más que puro papel... ¿Qué ha sucedido...?
 
 El sistema bancario actúa como un médico que para curar a un paciente, le administra una transfusión de sangre y cuando este empieza a recuperarse le pide que devuelva esa misma sangre. En el caso de las finanzas, la sangría más grande que la transfusión, a causa de los intereses. Con los bancos controlados por los llamados Bancos Centrales o Nacionales, y con los estos bajo el control, directo e indirecto del Fondo Monetario Internacional, de los mercados de valores de Nueva York, Londres, Tokio o Zurich) se mantiene la estabilidad del sistema financiero internacional. Con el cual se generan, inevitablemente, los períodos que luego llaman de "prosperidad" y de "crisis".
 
 Aunque se celebren elecciones todos los años. El caos de la economía mundial solo afecta a los pueblos, no a las altas finanzas. Aunque los economistas a sueldo del sistema (secundados por otros que son simples "marionetas" y tienen miedo de pasar por ignorantes si no aceptan el "dogma" oficial de los ciclos de prosperidad y crisis) nos digan lo contrario, la realidad es que ese supuesto "caos" está muy bien organizado. Y además, tiene una vertiente que sobrepasa la economía. Una vertiente sobre todo política. Y entonces surge la inevitable pregunta: ¿Quiénes son los cincuenta o cien cerebros que desde el anonimato más oscuro mueven los hilos de los acontecimientos, esos bancos, esas multinacionales...? ¿Quienes serán esa minoría elitista de una determinada etnia...?
 
 El "Global 2000" 
 
 En 1981 se descubrió la existencia de un nuevo y enigmático virus letal, el VIH2, que produce el S.I.D.A. Pero muchos científicos están convencidos de que este virus fue creado artificialmente en un laboratorio norteamericano. Solamente un año antes, en 1980, y al tiempo que se descubría la existencia del virus VIH1, los E.E.U.U. hacían público el informe "Global 2000", en el que se recogen recomendaciones para reducir grandes sectores de población. ¿Cabe pensar que en más de una ocasión somos las víctimas inconscientes de autenticas conspiraciones que atontan impunemente contra nuestra salud...? ¿Existe un plan de genocidio mundial...?
 
 La inteligencia norteamericana diseñó y propuso hace ya varios años (antes de producirse el síndrome tóxico en España y de conocerse la existencia del virus del SIDA), un plan de reducción de grandes porciones de la población del planeta, para "garantizar" la supervivencia del resto de sus habitantes. De acuerdo con sus "recomendaciones", para el año 2000 había que asegurar que la humanidad superviviente pueda vivir holgadamente en la superficie y con los recursos disponibles. Dado que las guerras ya no se pueden fomentar en un clima de distensión y de pretendida confraternización mundial, hay que buscar "otras armas" más disimuladas (que se conocen como armas de baja intensidad) para reducir el "excedente" de la población.
 
 En territorio estadounidense hay almacenadas enormes cantidades de gas neuropléjico que provoca la muerte instantánea, así como herbicídas y defoliantes análogos a los aplicados en extremo oriente. Las reservas del gas supertoxico BZ podrían exterminar por sí sola a la humanidad entera. Otros depósitos de modernizadas armas químicas y bacteriológicas se instalaron ya hace varios años en Europa, en especial cerca de Pinnasens, en Alemania. Malasia, Afganistán y El Salvador, por sólo citar algunos ejemplos, conocieron también la aplicación de armas químicas. A partir de 1981, los EE UU reduplicaron sus esfuerzos para lograr el perfeccionamiento y almacenamiento en Europa de las cargas químicas binarias, un gas neurotóxico de dos componentes que aisladamente son inofensivos, pero cuya combinación puede producir la muerte en el primer minuto. Después de aquel histórico encuentro entre Reagan y Gorbachov, que supuso un paso importante en los intentos de desarme nuclear, y durante el cual se habló también de la necesidad de reducción del armamento químico, los norteamericanos comenzaron llenar el 16 de Diciembre de 1987(en las instalaciones de Pine Bluff, en Arkansas) los primeros contenedores con el agente químico tóxico GB2, a partir del cual se forma una materia neurotóxica en el momento de su aplicación en combate.
 
 Bertrand Russell dejó escrito en su obra "Impacto de la ciencia en la sociedad": "Actualmente la población mundial se está incrementando en unos 50.000 individuos por día. La guerra, hasta ahora, no ha tenido un gran efecto en este incremento, que ha ido continuando a través de cada una de las guerras mundiales. La guerra, hasta ahora, no ha sido efectiva en este aspecto. Pero tal vez la guerra bacteriológica llegara a ser efectiva. Si una muerte negra se extendiese por el planeta, una vez por cada generación, los supervivientes podrían procrear libremente, sin llenar en exceso la tierra".
 
 Experimentos secretos
 
 De acuerdo con documentación a la que se ha tenido acceso, se estuvo trabajando años atrás en la creación de un arma biológica dirigida a afectar a las personas de color, al tiempo que dejaba indemnes a la personas de raza blanca.
 
 El científico norteamericano de origen yugoslavo Andrija Puharich, durante el Congreso Internacional sobre el Desarrollo del Hombre celebrado en 1985 en San José de Costa Rica, dijo que estábamos siendo sometidos en nuestros días a una guerra de campos de ondas de baja frecuencia, contra la cual podía el organismo humano desarrollar una protección aplicando la suficiente dosis de voluntad.
 
 ¿Hasta cuándo seguirá la humanidad tolerando semejantes afrentas?
 
 Hasta que el ciudadano común despierte de su conformismo, hasta que la gente abra los ojos y sus mentes, se ponga a pensar, y deje de formar parte de este gran rebaño de siervos que encima van y le sonríen con placidez al que los está pisando. En todos los campos y a todos los niveles de la vida.
 
 El gobierno mundial del Anticristo
 
 En 1998, el Lic. Eduardo López Padilla, escribió varios artículos en los cuales se brinda un panorama general de la visión de la Iglesia Católica sobre el Nuevo Orden Mundial. Estos escritos contienen numerosas referencias y hechos que denotan la intención de un poderoso grupo político-militar-económico-religioso que busca lentamente la creación de un Nuevo Orden Mundial que sea capaz de gobernar al mundo, eliminando toda oposición religiosa, política, militar y económica, con la finalidad de preparar la llegada del Anticristo, cumpliéndose así las profecías del Apocalipsis relacionadas con la admiración y sumisión del mundo ante el Anticristo.
 
 El nuevo orden mundial
 
 Desde hace más de dos mil años, el Antiguo y el Nuevo Testamento nos han advertido que la culminación de la historia estará marcada con la reunión de las naciones del antiguo Imperio Romano en Europa; la restauración del Estado de Israel (y la creciente hostilidad de todas las naciones que la rodean); la implementación de un solo sistema de gobierno mundial; la imposición de un solo sistema monetario; el desarrollo de una sola religión en el mundo, basada en el hombre, y dirigida por un falso profeta; la llegada al poder de un dictador que eliminará las libertades individuales, que demostrará su crueldad y frialdad; una posible persecución y exterminio de los creyentes Judíos y Cristianos.
 
 El sorprendente surgimiento de la Unión Europea y la creación del Estado de Israel, así como la creciente autoridad internacional y poder político de la O.N.U.; las recientes crisis financieras y monetarias del mundo, así como el abandono gradual de la revelación Bíblica sobre la que ha sido construída la civilización Occidental, nos advierten que vienen tiempos muy difíciles. Por lo tanto, debemos desarrollar nuestra capacidad de reconocer los tiempos en los que estamos viviendo.
 Hubo un tiempo donde todo el poder estaba en manos del Papa y de los monarcas, los representantes del poder divino en la Tierra. Había que acabar con aquel estado de cosas si se quería desarrollar las fuerzas productivas, si se quería acumular riquezas y poder al margen de las monarquías y aristocracias hereditarias, si se quería minar aquel Tradicional Orden Mundial que amenazaba perpetuarse para siempre.
 
 Los Templarios fueron la primera conspiración para derrocar el poder de reyes y papas, del Cristianismo. Quizás existía ya un plan previo a su creación, quizás surgió posteriormente en su interior.
 
 La Reforma minó el poder papal y desprestigió al catolicismo. La imprenta hundió el imperio español y la Contrarreforma, y desde entonces el catolicismo se batió a la defensiva. La Masonería jugó un importante papel en la conquista de los poderes económicos y políticos.
 
 La herencia templaria, conservada clandestinamente, fue recogida por los Illuminati -creados y financiados por los Rothschild- y tras ellos el surgimiento de sociedades secretas y de movimientos políticos -Revolución Francesa, el Comunismo- que fueron avanzando en el plan secreto de dominación. Una primera victoria fue la creación de los Estados Unidos de América.
 
 Los Illuminati serían el círculo mágico, la Masonería y sus filiales, la parte operativa ramificada en movimientos sociales y políticos, y organizaciones e iniciativas de todo tipo. Quizás el Judaísmo, el núcleo duro interno.
 
 Primero se suprimió la influencia de los cielos sobre la tierra, luego toda supremacía espiritual. Cayeron la trascendencia, el pecado, la conciencia. Lo terrenal era todo. Lo material borró lo espiritual. Los objetos se impusieron sobre los sentimientos. El tener sobre el ser. Fuera ataduras, familia, moral. Ahora somos libres de dioses y esclavos del dólar, tenemos de todo y nos falta lo esencial, siempre tramando, nunca felices. Quizás no fue nunca un plan trazado por la ambición humana sino simple evolución. Quizás el mal existe, y las fuerzas demoníacas organizadas impusieron su dictamen a la especie humana.
 
 El Nuevo Orden Mundial es una amenaza para el tercer milenio, y ha triunfado hace tiempo siendo ya visible desde por lo menos la mitad del siglo XX. Actualmente, en Estados Unidos se descubren y difunden masivamente retazos de la conspiración secreta del Nuevo Orden Mundial: datos, teorías e hipótesis con cincuenta, ochenta años de antigüedad, pero se plantea en el corazón del imperio y de ahí su impacto mundial.
 
 Objetivos del Nuevo Orden Mundial
 
 Según un texto supuestamente perteneciente a una organización que apoya fielmente la creación del Nuevo Orden Mundial, de nombre Novus Ordo Seclorum, se define que los objetivos del Nuevo Orden Mundial se pueden resumir en la unidad. Un gobierno unido, una sola religión, unidad en el pensamiento que lleve a la reunificación de toda la vida, la materia, las fuerzas, el espíritu y el espacio-tiempo. Este artículo también sostiene que cualquier persona o cosa que se oponga a esta unidad debe ser eliminada.
 
 De una manera más específica, el Nuevo Orden Mundial desea unificar al mundo tomando en cuenta los siguientes aspectos:
 
 Conformidad hacia ciertos estándares mundiales en todos los aspectos.
 Principios "éticos" aceptados universalmente.
 Un sólo Gobierno Mundial.
 Una población mundial educada.
 Una milicia, una burocracia y una administración bien reguladas.
 El desarrollo mental y la utilización de habilidades ocultas del hombre.
 El control mental a través de las nuevas tecnologías y el desarrollo mental aplicado.
 Información y archivos digitalizados de todos los habitantes de la Tierra.
 El establecimiento de un paradigma científico universal.
 La creencia de que el cambio y el dinamismo son realmente benéficos para las sociedades, a través de la tecnocracia.
 
 Según este documento, el Nuevo Orden Mundial comenzó oficialmente en 1492 con el propósito de llevar la unidad al Nuevo Continente. Previamente habían existido varios grupos que lucharon por el poder en el Viejo Continente, tales como los Templarios y los predecesores de los Illuminati. Esto cambió con la posibilidad de una Nueva Sociedad en el recién descubierto continente a finales del siglo XV.
 
 “Habría que cambiar el orden asesino del mundo. Una banda internacional de especuladores bursátiles, sin alma ni corazón, ha creado un mundo de desigualdad, de miseria y de horror. Es urgente poner fin a su reinado criminal” 
 
 
 
 Jean Ziegler. De su libro: "El hambre en el mundo explicada a mi hijo"
 Fuente: www.nuevostiempos.8k.com/       

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