La gran civilización que montaron los mayas en medio de las condiciones geográficas más desfavorables, sin conocer la rueda y hacer un uso casi nulo de los metales, entre otras carencias, sigue despertando asombro. También llama la atención de los especialistas el repentino abandono de sus ciudades mucho antes de la llegada de los españoles, un enigma que sigue despertando polémicas y para el cual aún no hay una respuesta definitiva. Después de cien anos de esfuerzos, un ruso asegura haber descifrado totalmente los jeroglíficos mayas Según él, es un sistema de signos ideográficos y en parte alfabético con valor fonético. El héroe Yuri Knorozov,
El secreto de las ciudades¿Cómo fue posible que hayan levantado una gran civilización en medio de la selva con su primitiva agricultura de tala y quema, que brinda escasa producción? Parece que en ciertos momentos de la historia, cuando se incrementaba su población, se drenaron pantanos y se llevaron a cabo grandes obras públicas para que el maíz creciera ininterrumpidamente. En la zona de Yucatán, donde casi no llueve, la vida habría sido posible gracias al comercio.
¿UN ASTRONAUTA MAYA?
Las imágenes de arriba y abajo, por su semejanza con la de ' un astronauta en su cápsula espacial, fueron interpretadas por algunos como la prueba d que hubo visitantes extraterrestres en tiempos de los mayas. En realidad, lo que parece ser una tubería y hasta la misma posición del "viajero", tenían un significado religioso.
¿POR QUÉ DESAPARECIERON?
Siempre se creyó que el repentino abandono de sus ciudades puede haberse debido a un exceso de población que agotó las posibilidades alimenticias o a alguna plaga. Hoy se cree que fue por causa de las frecuentes guerras.
MÁS viejos Excavaciones recientes han demostrado que la construcción de pirámides y templos es una costumbre maya mucho más vieja de lo que se creía: las primeras datan de varios siglos antes de Cristo, en las zonas de Petén y Bélice.
CANALES MISTERIOSOS
En Etsná y Cerros se descubrieron largos canales artificiales que fueron atribuidos a necesidades de la agricultura, Pero por su proximidad con los centros ceremoniales, no se descarta que hayan sido vías procesionales acuáticas.
Fuente: http://misterios1.tripod.com/enigmas_mayas.htm
ENIGMAS DE LOS MAYAS
Misterios de la Humanidad
De donde procedían los mayas? ¿Quienes fueron los olmecas? ¿Como aprendieron aquellos hombres a construir sus templos piramidales, a estudiar las estrellas, a efectuar cálculos aritméticos, a navegar, si es que, en realidad lo hicieron?
Solo nos cabe la menor duda de que los asiáticos intervinieron en el desarrollo de los antiguos pueblos de America.
Las pruebas arqueológicas que lo confirman.
Pero nada prueba que no fuesen los mayas, de una forma u otra, los que intervinieron en el desarrollo de otras culturas.
Y si no fueron los mayas de una época cercana al principio de la Era cristiana, pudieron ser sus antepasados, en siglos o milenios anteriores.
No debe asustarnos la idea de que la Prehistoria es mucho mas antigua de lo que suponemos.
Ir mas allá de los 10 mil años antes de J.C. es una idea valiente y atrevida, pero en absoluto descabellada, que empieza a extenderse en los nuevos y j6venes arqueólogos de todo el mundo.
Confiemos en que Creta y México hubieran tenido vínculos comunes, como parece señalar el famoso disco de Festos, y pronto se llegue a descubrir que la cuenca del Mediterráneo, desaparecer la Atlántida, se pobló de gentes llegadas de America.
Lo mismo podríamos decir de Grecia, Roma, Persia, etc., por no mencionar el poderío de Creta o la omnipotencia de Cartago, de todo lo cual no resta ya ni siquiera la sombra.
Cuando Hernán Cortes llego a Yucatán, los mayas ya estaban allí! encontró no eran ya mas que simples descendientes de la antigua y poderosa raza que extendiera por el mundo la religi6n del Sol.
Pero los códices que se habían conservado, transcribiéndolos pacientemente durante milenios, fueron quemados y destruidos por los monjes y clérigos que acompañaban a los conquistadores, de los que Bernal Diez del Castillo dijo:
«Vinieron de Castilla y las islas muchos españoles pobres y condiciones que tenían un hambre canina de riquezas y esclavos.»
Y no es una invención de la famosa Leyenda Negra que entre los tripulantes de Cristóbal Colon hubiera condenados y criminales a los que se indultaba para que fuesen a las Américas, sobre la que caería en anos posteriores un río de indeseables sanguinarios y sin escrúpulos de la peor especie humana conocida.
En América ha surgido una nueva raza, con la que nos sentimos identificados plenamente, que esta compuesta de la sangre de conquistadores y conquistados, de vencedores y vencidos, todos los cuales luchan ahora por superar las antiguas rivalidades, los odios, los resentimientos y el rencor.
Pero si las estadísticas no mienten, existen todavía mas de dos millones de mayas que viven en las tierras de sus antepasados, y entre los mas puros se considera a los tacandones.
La civilizaci6n acababa penetrando en las selvas de Peten. Honduras y Guatemala y, posiblemente, esos vestigios étnicos se integraran en las nuevas corrientes de la humanidad.
Del pasado solo quedaran los restos pétreos que los arqueólogos estudian en la selva, desbrozándolos y convirtiéndolos en lugares de atracción turística, donde gufas de perfil maya explican a los visitantes una historia de su pueblo que desconocen.
Nosotros tampoco la conocemos, por supuesto.
EL ENIGMA DE PALENQUE
Príncipe, guerrero o astronauta?
Estamos en América Central, zona de densas y exuberantes selvas donde se erigieron gran cantidad de ciudades mayas. Llegamos a un poblado pequeño, pero depositario de una de las reservas arqueológicas más importantes e intrigantes del mundo.
Este lugar, en Épocas preteritas, fue el asiento de culturas, cuyas expresiones quedan hoy como símbolos perdurables y vivos, maravillándonos, pero también sumergiéndonos en sinnúmero de como y porques.
La arquitectura maya nos habla de un sentimiento del espacio en el que se traducen sus vivencias religiosas de infinito. Por este motivo, se comprueba que fueron los creadores del megaespacio, en donde se entrecruzan dos mundos; uno el natural y el otro artístico; uno humano, el otro divino.
El espacio es siempre una relación entre el yo y el mundo ambiente y cuando el espacio universal se hace presente como ente superior sobre el mundo corpóreo, se funde sobre las piedras y convierte su entorno en tema de configuración arquitectónica.
Observemos entonces, que el arte maya se acerca a su dios por el infinito, sus construcciones lo demuestran.
En nuestros días, el gobierno mexicano, consciente del tesoro arqueológico existente en sus tierras, cuida con esmero el complejo Palenque y sólo unos pocos tienen acceso al mismo.
Si nos atenemos a las teorías que nos dicen que nuestro planeta fue visitado hace muchos siglos por seres provenientes de civilizaciones extraterrestres, muy superiores a la nuestra, leyendas que nos hablan de los "señores de la llama", provenientes del espacio y fundadores de distintas civilizaciones, muchas de estas extrañas exteriorizaciones, podrían tener explicación.
Al estudiar las viejas culturas americanas, los antiguos cronistas de indias, relataban la existencia de un gran imperio, cuna de todas las civilizaciones; su nombre oiman, origen de la raza olmeca. Se sabe de este, que la abundancia y magnificencia proliferaban en todos los órdenes. Adoraban a la diosa de la tierra y a la diosa de la luna y se tienen referencias de prácticas ocultistas. En sus dominios se han encontrado estatuillas representando a seres humanos cuya contextura, nada tiene que ver con los olmecas... ¿En qué modelos se basaron?...
El hallazgo de enormes cabezas de piedra tocadas con algo muy parecido a los cascos de nuestros astronautas, aumenta el enigma.
Los olmecas, transmitieron sus conocimientos a los toltecas, considerados por los estudiosos como una rama de los chichimecas, y éstos más tarde a los mayas.
La civilización maya abarcó los actuales estados mexicanos de: Tabasco, Chiapas y el Yucatán, Honduras Británica, República de Guatemala y parte de las repúblicas de Honduras y San Salvador.
Los mayas, enigmáticos e inteligentes, llamados "los intelectuales de nuestro mundo", tomaban al universo como representación estableciendo una sutil relación entre lo fenoménico y lo absoluto.
De esta manera unían a sus sólidas nociones de astronomía y matemáticas, desconocimiento para nosotros, contradictorios pues no usaban algo tan elemental como la rueda, base de infinitas aplicaciones.
En su asentamiento de Palenque construyeron un perfecto complejo urbanístico en el que se observan, calles, edificios, templos, canales de regadío, y dominando la ciudad una gran pirámide escalonada.
Erigieron además, observatorios astronómicos, como el famoso caracol de Chichen Itza, cuyas cúpulas están mejor orientadas que el construido en París en el siglo XVII. Su año sagrado era de 260 días y el solar de 365,2460 días, observando en dicho cálculo una diferencia de 10 milésimas de error con nuestros sofisticados cálculos modernos.
Es el arqueólogo mexicano Ángel Fernández quien inicia los trabajos e investigaciones en la pirámide, también llamada Palacio de las Inscripciones en 1934, descubriendo doce (12) agujeros ubicados en el borde de una losa, cada uno de ellos sellado con tacos de madera.
Posteriormente, en 1945 Ruz de L’huiller durante diez años de increíbles esfuerzos técnicos y económicos continua con las excavaciones y es en 1952 que logra levantar una losa encontrando debajo de la misma toneladas de escombros, luego de retirar alrededor de 350 toneladas de desechos, libera el conducto interior y logra llegar ante un grueso muro, encontrando una caja con ofrendas (joyas en su mayoría).
Es de imaginar la impaciencia de investigadores y obreros, ante tantas demoras, pero a costa de esfuerzos ubican más abajo el paramento inclinado de la bóveda, luego dos gradas más y en sus proximidades seis esqueletos humanos; presumiblemente los restos de servidores de un jefe o dios enterrado en el lugar, una práctica muy común entre hindúes y egipcios.
Se cree que los servidores se sometían de buen grado a morir, pues era seguro que después de un lapso determinado, todos iban a resucitar y su conductor necesitaría de sus servicios.
Es al encontrar al final del pasadizo una gran piedra triangular, que Ruz de L’huiller comprendió que recién iniciaba el verdadero camino.
En la parte inferior observó una zona rellenada con pedruscos y cal, al abrir dicho hueco, pudo asomarse y ver lo que contenía la espaciosa cámara.
Nos imaginamos la emoción del arqueólogo, después de tantos meses de trabajo y de sortear dificultades de todo tipo, al contemplarla, teniendo en cuenta que era el primer hombre que, luego de siglos, tenía acceso a ella.
Ahí estaba, un colosal monumento que llenaba casi por completo el espacioso recinto... y recién, el 15 de junio de 1952, se lograba retirar la piedra triangular y franquear la entrada.
Este suceso rivalizaría con la apertura de la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes, efectuada por Howard Carter y Lord Carnarvon el 20 de noviembre de 1922, hazaña descripta por Carter como: "el día de los días, el más maravilloso de su vida".
Ruz se encontraba ante una "cámara encantada", una "cámara sepulcral" llena de estalactitas y estalagmitas, años y años de silencio contenidos dentro de ese espacio sagrado.
Observó una losa horizontal de gran tamaño; su largo 3,80 metros, ancho 2,20 metros y un espesor de 25 centímetros, su peso aproximado 5 toneladas.
No descansa, si es sepulcro, ¿habrá algo dentro? Efectúa varias perforaciones hasta observar que en una de ellas la broca de acero, sale teñida de color rojo.
Se decide, y emplea para levantarla cuatro criques de automóvil y troncos de diferentes tamaños que insertaba debajo de la losa a medida que se elevaba.
El 8 de noviembre del mismo año, elevada dicha losa a 1 metro 12 centímetros pudo observar con comodidad el interior; se veía una tapa perfectamente pulida, de la que sobresalían dos secciones, como orejas.
Dicha tapa se encontraba labrada a la manera de una forma humana, en un solo bloque; retiró cuatro tacos de madera que cubrían orificios realizados en la misma, y la levantó.
El interior estaba pintado de rojo, y en el fondo yacía un esqueleto humano cubierto de joyas.
Su talla era de 1,75 metros y su cabeza se hallaba guardada por lo que fuera una mascarilla de jade, lamentablemente rota.
Cuando fue reconstruida, pudo contemplarse en todos sus detalles, una verdadera obra de arte.
La cantidad y calidad de las joyas encontradas daban una idea de la elevada alcurnia de quien allí yacía, manos delgadas, dedos alargados cubiertos de anillos, sus dientes no habían sido labrados ni recubiertos de jade, y su cráneo no se encontraba deformado, práctica usual entre los mayas.
En estudios posteriores se reveló una fuerte contextura en los restos del hombre encontrado en Palenque.
Ahora bien... ¿Quién era ese personaje que después de muerto mereció tantos honores... y que además, como pudimos constatar, motivó que su tumba fuera tan bien ocultada?
Sus restos difieren totalmente de las características físicas del pueblo maya, de quienes sabemos que detentaban la braquicefalia mayor del mundo, su índice cefálico era de 86.
Su metabolismo basal, en valores promedio, 8% más alto que el promedio de los americanos del norte, pertenecían al grupo sanguíneo 0 en proporción 97,7%, presentaban acusada leptorrimia en el 100%, nacían con una mancha mongólica (xchibaluna) en el 80%, presentaban además una mancha pigmentaria congénita que los indígenas llaman "huaj" y que por sus características se distingue con claridad de la xchibaluna; una bradicardia acusada de un promedio de 52 pulsaciones por minuto, facies asiática – prognatismo – pómulos salientes, pigmento cobrizo, acanto del ojo, pelo lacio y largo, distribución lampiña; una estatura promedio de 1,45 metros, que comparada con el hombre de Palenque, eran sin dudas de menor talla.
Para saber quien era este ser, hubo que atenerse al magnífico y policromo trabajo realizado en el relieve de la tapa labrada.
En efecto, en ella se reproduce la figura de un hombre con atuendo maya, en una posición semiacostada o semisentado (forzada diríamos) que en nuestros días nos recuerda a la adoptada por los pilotos de las cápsulas espaciales que iban a ser colocadas en órbita terrestre.
En el relieve se observan profusa cantidad de tornillos, resortes, caños, tableros y palancas de mando.
Es evidente que nos encontramos ante la reproducción de un ingenio mecánico, controlado o dirigido por ese extraño ser, pero ¿qué artista maya pudo concebir o conocer hace tantos siglos atrás ingenio semejante?
Una cosa es cierta: el autor de este relieve tuvo que tener un modelo, o bien seguir las instrucciones de alguien que conocía perfectamente ese artefacto esculpido en la piedra y ¿quién sino el misterioso muerto allí sepultado? Era el poseedor de esos datos.
Recordemos que las tradiciones mayas siempre apuntan al espacio, más específicamente a la zona de las Pléyades, compuesta por nueve estrellas conocidas por los astrónomos como:
Alcione, Asterope, Atlas, Celeno, Electra, Maya, Merope, Pleyone (de la cual deriva el nombre del grupo) y Taygete.
Este grupo estelar se encuentra a 490 años luz de la Tierra. En su totalidad el grupo está constituido por dos millares de estrellas, la mayor parte de ellas con masas superiores a la de nuestro sol.
¿Será el hombre de palenque, un posible representante, de esas razas estelares?...
En cuanto al aparato en sí, el científico soviético a. Katsantsev, no tiene ninguna duda que se trata de un navío espacial y así lo ha atestiguado en diversas publicaciones e infinidad de conferencias.
Es más, ha dibujado un cohete asimilándolo al relieve de la lápida y las coincidencias son sorprendentes.
Pero, a pesar de esto, técnicos y científicos aseguran que el tal cohete nunca podría volar.
Es más, hay detalles que indudablemente escapan a la concepción de un artista, que al fin y al cabo, no es un técnico espacial.
Son interesantes las observaciones elaboradas por uno de nuestros prestigiosos científicos y matemáticos, me refiero al Dr. José Álvarez López, director del Instituto de Estudios Avanzados de Córdoba.
Nos dice: la posición del astronauta es correcta, está sentado y al comando de controles claramente visibles; de mano y de pie. Los de los pies trabajan a presión y a tracción (a diferencia de nuestros vehículos que lo hacen sólo a presión).
Hay un periscopio que sirve para mirar por encima de los obstáculos visuales, también transmisiones cardánicas (es indudable que el artista, sin llegar a los tecnicismos actuales, algunos conocimientos debía tener).
Un detalle llamativo, "una oruga", como la que usan los tanques de guerra, con sus eslabones perfectamente dibujados, espirales a modo de elásticos, toberas por donde sale el fuego... vamos de sorpresa en sorpresa.
El Dr. Álvarez López expone seguidamente sus teorías:
1. El dibujante vio un cohete proveniente del espacio. Pero rechaza esto, pues según sus razonamientos, nunca llegaremos con cohetes a ningún planeta habitado.
2. ¿Nos encontramos ante una superchería? Y yo me pregunto, ¿con qué objeto?
Y, ¿cuántas molestias se tomó el autor o los autores para elaborarla?, ¿qué medios pudieron utilizar para llegar hasta la cripta sin ser descubiertos?
Además en la autenticidad del conjunto concuerdan todos los arqueólogos americanos, pero discrepan en la interpretación del relieve, recordando además que los análisis realizados con carbono 14 sobre los restos óseos encontrados dieron una antigüedad de 2.000 años.
Existen varias interpretaciones, como dije, sobre el significado del grabado.
Una de ellas dice que nos encontramos ante la representación de la ceremonia del maíz... pero, entonces, retruca graciosamente el Dr. Álvarez López, ¿qué se encuentra haciendo, un maya ubicado dentro de semejante olla? (sic).
3. Y como última y más creíble teoría, nos dice que lo expuesto es un dibujo de alguien que conocía de tuercas, tornillos, vuelos espaciales, toberas, orugas, cardanes y mezclándolos obtuvo un "cóctel mecánico", que nuestro conocimiento asocia a un ingenio espacial.
Analizando las hipótesis de tan respetable estudioso argentino, pienso que esto sería aceptar la existencia de una civilización tecnológica, desaparecida hace muchos siglos atrás, por motivos naturales o coincidiendo con López por medios artificiales (guerras similares a las actuales de tipo nuclear).
Sabemos que la palabra "maya", significa "ilusión", ¿ellos, sé autodenominaron así?, ¿por qué motivo? Y ¿cuál era esa ilusión?
Posiblemente el retorno a sus orígenes, logrando ese objetivo hace exactamente 1.400 años.
Sus construcciones, sus logros astronómicos y matemáticos, el polémico relieve del templo de las inscripciones, son mudos mensajes pétreos reservados para futuras generaciones.
Todos estos interrogantes nos serán develados muy posiblemente cuando los jeroglíficos nos comuniquen su oculto y real significado.
NOTA ORIGINAL DEL SITIO:
www.alterguia.com.ve/ENIGMAS/palenque .htm
Centro Ceremonial de los Mayas |
Palenque: Centro Ceremonial De Los Mayas
Una densa selva tropical cubre las hermosas ruinas de Palenque, al pie de unas colinas del estado mexicano de Chiapas. El brillante plumaje de loros y guacamayos alegra el verdor de los árboles, y sólo los curiosos gritos de los monos aulladores perturban la serenidad de este antiguo complejo ceremonial maya.
Templo de las Inscripciones |
El Templo de las Inscripciones.
En 1841, el escritor y viajero estadounidense John Lloyd Stephens publicó una obra que atrajo la atención mundial hacia Palenque y la totalidad de la oscura civilización maya. En ella afirmaba: «De todo el romanticismo de la historia del mundo, nada me ha impresionado tanto como el espectáculo de esta ciudad, antaño grande y hermosa, y hoy
derruida, desolada y perdida.»
El Palacio Y Los Templos
El laberinto del Palacio de Palenque atrae al visitante hacia sinfín de galerías y estancias que acaban conduciéndole a la base de una torre de cuatro pisos. Desde lo alto de la torre, los mayas estudiaban las estrellas y dominaban la gran llanura del río Usumacinta, que recorre 128 km hasta el golfo de México.
El centro ceremonial maya de Palenque
Desde esa torre, el visitante puede contemplar los edificios religiosos de Palenque. Dispuestos alrededor de una plaza, tres son los templos piramidales similares: los del Sol, de la Cruz y de la Cruz Foliada. Cada templo está construido en lo alto de una pirámide escalonada, posee un techo abuhardillado rematado por una curiosa estructura vertical y calada, y dos salas abovedadas en su interior.
En la sala del fondo de cada templo hay un santuario, y en él, una tablilla de piedra con tallas jeroglíficas y dos figuras humanas; entre éstas, un objeto ceremonial. En el Templo del Sol, que para muchos representa la más perfecta de todas las construcciones mayas, este objeto lo constituye la máscara del dios Jaguar del Otro Mundo; en los otros dos templos se trata de un árbol en forma de cruz, con un pájaro posado en él.
El más notable de todos los edificios de Palenque es el Templo de las Inscripciones. Para llegar a él, el visitante debe ascender por una empinada escalinata de 20 m de altura, situada en la cara delantera de la pirámide. Sobre cada uno de los cuatro pilares que sostienen el templo hay figuras de estuco de tamaño natural, con niños en los brazos.
Cripta funeraria en la que descansaba en su sarcófago de piedra el Rey Pacal con sus tesoros. Bajo las poderosas bóvedas que soportan la mole del Templo de las Inscripciones, el monolítico recipiente está cubierto por una enorme losa de 5,5 toneladas, adornada con relieves simbólicos. Un documento histórico: el día en que se abrió la Cripta de Palenque, el 13 de junio de 1952.
La Cripta En El Corazón De La Pirámide
La complicada talla de la lápida que cubre el sarcófago de Pacal.
Las noticias referentes al Templo de las Inscripciones fueron escasas hasta 1949, cuando el arqueólogo mexicano Alberto Ruz Lhuillier descubrió una gran losa de piedra en el suelo del templo, la retiró y encontró el comienzo de una escalera, bloqueada por una masa de escombros que su equipo tardó tres años en despejar. Al pie de las escaleras, exactamente a ras del suelo, Lhuillier descubrió una lápida triangular vertical y los esqueletos de seis personas jóvenes, probablemente víctimas de sacrificios.
Al retirar la losa, Lhuillier abrió una tumba que había permanecido inviolada durante más de mil años. La describió como «una enorme sala vacía que parecía tallada en hielo, una especie de gruta cuyas paredes y techo semejaban superficies perfectas, o una capilla abandonada cuya cúpula estuviera cubierto de estalactitas y de cuyo suelo surgían gruesas estalagmitas como los goteos de una vela...
En esta cripta funeraria se encontró una lápida de piedra de 5 toneladas con magníficas tallas, colocada sobre un sarcófago; en todas las paredes había relieves escultóricos que representaban a los nueve Señores de la Noche venerados por los mayas. Dentro del sarcófago, Lhuillier descubrió los restos de un hombre alto, fallecido hacia sus 40 años. Su cuerpo y su rostro permanecían cubiertos de joyas de jade, que contrastaban con el revestimiento rojo de la tumba. Enormemente lujosa era la máscara funeraria, de mosaico de jade, con curiosas incrustaciones de obsidiana y nácar en los ojos.
Las tallas de la lápida del sarcófago no representan un astronauta en una cápsula espacial como asegura Erich von Daniken en su obra "Recuerdos del futuro", sino que constituyen un valioso símbolo del tránsito del alma al reino de los muertos. Y más concretamente, describen la trasformación de un jefe maya en un dios.
El Culto Maya A Los Antepasados
En los años 70, varios especialistas en cultura maya, entre ellos los estadounidenses Floyd Lounsbury y Linda Schele, descifraron numerosas inscripciones de las paredes de los templos de Palenque, descubriendo que el esqueleto de la cripta perteneció a un noble llamado Pacal, que significa «mano-escudo» , hijo de la dama Zac-Kuk, que gobernó antes que él y quizás actuara como regente cuando Pacal ascendió al trono a la edad de 12 años.
Según las inscripciones, Pacal murió a los 80 años de edad, en el 683 dC, hecho que resulta extraño porque el esqueleto corresponde a un hombre mucho más joven. Durante su mandato se construyó el gran palacio y Palenque alcanzó el apogeo de su poder, predominando sobre muchas comunidades mayas de la zona. Pacal trasformó Palenque en un importante conjunto ceremonial, donde se combinaban antiquísimos rituales relacionados con el ciclo agrícola con un extraordinario culto a los antepasados.
La máscara funeraria de Pacal está compuesta de 200 fragmentos de jade montados en un molde de madera. Los ojos son de nácar y obsidiana. Esta máscara cubría la calavera de Pacal en su sarcófago del Templo de las Inscripciones de Palenque. El esqueleto tenía asimismo otros adornos de jade: pendientes, un collar y anillos en los dedos. En su boca portaba una piedra de jade de gran tamaño, otras dos en las manos y, a sus lados, le acompañaban dos figuras de igual material.
Pacal era la representación misma de la élite que regía a los mayas, obsesionada con el culto de los muertos. Los antepasados de Pacal se hallan instalados en una cueva situada al lado de su sarcófago; a la vez, todos sus sucesores dejaron inscripciones en las que reafirmaban su especial relación con él.
En el culto participaban los sacerdotes astrónomos mayas, que al parecer practicaban un complicado juego de números donde se equiparaban las necesidades de la religión y el poder con las de la historia y la genealogía. El Templo de las Inscripciones recibe este nombre debido a que contiene una serie de 620 jeroglíficos, la más extensa de la cultura maya. Aunque no se los ha descifrado en su totalidad, resulta evidente que algunos se refieren a personajes y dioses partícipes de una historia que se remonta a miles de años atrás.
Lounsbury sostiene, en base a las inscripciones, que el Templo de la Cruz se construyó en honor del hijo de Pacal, exactamente el mismo día en que había nacido cierta ancestral figura maternal, 3.724 años antes (1.359.540 días). Este elevado número de días es importante porque es posible dividirlo entre siete ciclos mayas, planetarios o del calendario. Esta coincidencia numerológica -una entre muchas - parece indicar que la historia de los mayas se superditaba a las actividades de la élite gobernante, estableciéndose continuidad con sus antepasados. La última fecha descifrada en Palenque corresponde al año 835. Después de ésta, el centro sagrado quedó misteriosamente abandonado. Sólo las inscripciones y las tumbas aún sin descubrir podrían revelar algunos datos más sobre sus moradores y ceremoniales.
El Rostro de jade de Palenque.
El Incomparable Rostro De Los Mayas
La máscara funeraria de Pacal está compuesta de 200 fragmentos de jade montados en un molde de madera. Los ojos son de nácar y obsidiana. Esta máscara cubría la calavera de Pacal en su sarcófago del Templo de las Inscripciones de Palenque. El esqueleto tenía asimismo otros adornos de jade: pendientes, un collar y anillos en los dedos. En su boca portaba una piedra de jade de gran tamaño, otras dos en las manos y, a sus lados, le acompañaban dos figuras de igual material.
Mayas Antiguos Y Modernos
Los mayas conforman el grupo más importante de indios americanos al norte de Perú. En la actualidad existen unos dos millones de mayas, que viven en las mismas zonas de México, Guatemala, Belice y las lindes occidentales de Honduras y El Salvador, donde moraron sus antepasados durante el apogeo de su civilización. A pesar de los cambios que han experimentado las civilizaciones, los mayas han mantenido su identidad cultural. Incluso sus rasgos físicos difieren muy poco de los de las imágenes talladas en las paredes de los templos.
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